sábado, 7 de marzo de 2009

Los Charcos en Vielacruz son adjetivos calificativos.


Ando en eminente peligro de muerte.
¿Alo? ¿Operadora?

Y así puedes declararte interdicta si quieres... Disipadora interdicta.


Aunque el vampiro se enamoró del perro lobo, y se amaron hasta que la operadora viajó a Vielacruz en busca de droga.
Y aquella no tan hermosa operadora cayó en perdida al hacer una parada en el triangulo de las bermudas... Por eso el señor Buho fue llamado a declaratoria, se creía era uno de los principales sospechosos de la perdida de la no tan antiestética operadora.
Pero lo que en verdad pasó, según las malas no confirmadas lenguas, fue que la no tan deslucida operadora se trató de bañar en la casa del vampiro a luz de sol y rodeada de espejos , donde luego comería pan de ajo.
El vampiro odiaba el color del ajo en los espejos, así que viajó a lavarse los dientes en Viena.



¿Pero y si la declaración de la disipadora interdicta tuviera que ver con el dañado y punible ayuntamiento ?
Será toda una epopeya digna de ser contada en el horario infantil de la televesion japonesa, donde los niños ven television de cabeza comiendo con Godzilla en la mesa, mientras los demás niños vomitan mermelada de frutilla al río Eufrates.